sábado, 23 de abril de 2011

El Poeta del Word 2003


Hoy todavía escribo en Word 2003 con más de nueve años de atraso en office, no es una situación que me alarme, aunque sí se vuelve deplorable cuando intento ver películas en DVD y el software no alcanza para esas corridas, entonces me doy cuenta que la situación es más quejosa de lo que esperaba; mas existe otra cuestión con respecto al Word 2003 que realmente me preocupa, son los usuarios; porque el retraso en el correcto uso del teclado en el 2011 es laxamente precario, aún los escritores modernos con sus galardones, gastan harto tiempo en buscar los sinónimos de sus pensamientos en el WordReference, porque aún no se enriquece la agudeza de su habla, y se huelen titubeos en los videos de Youtube cuando hacen uso de la palabra, entonces se vuelve claro, sí aquel orador fuel el escriba del libro que ahora tienes en las manos, el producto final de la obra tuvo que haber pasado por un exhaustivo proceso de limpidez y mejora, que hasta cierto punto es artificial e inverosímil, porque en el primer texto el autor fue soltando sus palabras sin llegar a tocar en concreto el meollo del asunto: quizá por un miedo desconocido a la exactitud.

Más que el Word 2003 y las películas que aún me pierdo, me preocupa el poeta de nuestro siglo, aquellos hombres cuyos tachones ya no se miden en el papel, sino en los bites que no necesiten corregirse; hablo de los nuevos errores ortográficos que se tendrán que analizar cuando se taquigrafía, hablo de la belleza que tiene un texto en Word sin ninguna marejada roja que anuncie los errores de puntuación, hablo del futuro escritor y su educación. El esquema está aún en proceso pero la propuesta es concreta: desarrollar labores para establecer un sistema didáctico que ayude a enriquecer las habilidades del escriba de nuestro siglo, con tal que el mote de poeta le sea digno a un escritor; en los siglos venideros se desarrollará un sistema educativo que esmere propósitos para hacer de las cadencias de los dedos, las voces más legibles, ricas, simples y amenas de la red, con tal que sus pensamientos se plasmen nítidamente a la velocidad del medio en que se desenvuelven: en el periquete de santiamén que representa el Internet.

Desafortunadamente en nuestro siglo veintiuno se ha olvidado ésta didáctica, afortunados los del siglo pasado, porque las maquinas de escribir hicieron un trabajo meticuloso en la progenie anterior. Seguramente los primerizos en palpar las locuciones de la maquina de Sholes y Glidden, recibieron algún tipo de entrenamiento en la taquigrafía, el cual nosotros carecimos en nuestra infancia cuando debió ser naturalmente obligatorio, y con el método Sholes-Glidden, nacieron las primeras melodías desde la cadencia de las yemas en los diez dedos de ambas manos, ¿Quien no imaginaria que aquel instrumentista de la maquina, es la representación de todos aquellos que encontraron el ritmo en las palabras, escribiendo las más bellas obras del arte dramático en un mecanógrafo, como un instrumentista que va escribiendo la partitura para una opera con múltiples personajes: con sus pausas, sus descansos, sus comas, sus puntos y aparte, y su punto final.

Es todo un presagio la famosa sinfonía del mecanógrafo, del compositor Leroy Anderson. Por eso, el escritor de nuestro siglo, tendrá que retomar las enseñanzas que trajo la maquina de escribir, y recordar las técnicas de los primeros próceres del artilugio, aquellos pioneros que se expresaron con ambas manos: aquellos quienes eliminaron el mito de las izquierdas y las derechas, y pusieron a los dos hemisferios a trabajar en conjunto, con el final motivo final hacia el escritor del siglo venidero y sus primero años de vida, para que en su infancia se le recuerde que tiene diez dedos y se le instruya para usarlos todos, para que el niño aprenda que puede hacer uso de los acentos al mismo tiempo que escribe en el ordenador, para que luego se de cuenta que los acentos sí son necesarios, y aprenda el uso de las comas y de los puntos. Se tiene que estudiar a Leroy Anderson, con tal que el escritor posterior, sienta la necesidad de imitar el movimiento dactilar con el meneo de las cuerdas vocales, porque sus escritos se pronuncian.



Hoy todavía escribo en Word 2003 y son nueve años de retraso, o quizá una vida, porque las generaciones pasadas gozaron de una ventaja para desarrollar el sentido taquimecanógrafo que hoy muchos desconocemos; conozco muchas personas de edad que aprendieron en algún momento de su vida la taquigrafía, mas ahora, nosotros ni a mano, ni a teclado sabemos escribir, ¡el hecho es ignominioso y decadente!, porque aún los escribas modernos no se sirven de las diez yemas de sus dedos para usar el ordenador, somos una generación que no tiene tiempo, que se borro de las cartas de la historia, como la palabra que el Google nunca pudo encontrar, como uno de esos links rojos en Wikipedia que no tiene referencias, somos la progenie en transición que grita en Youtube por su existencia, somos una generación que busca su voz y quiere construirla, con esperanzas de que nuestra labor tenga frutos y que con ella nazca el germen de la siguiente voz, la voz de la posteridad.



La Pruebas



Está científicamente comprobado por la Sunlight Foundation, que los usuarios promedio en Internet pierden tres horas por semana en la corrección ortográfica de sus textos, tiempo que excede en mucho al que la prole pasada necesitó para enmendar las erratas cuando escribían; desconozco si las maquinas de escribir tuvieron un tipo especial para colocar acentos, en cualquiera de los casos, las tildes en español no son nada difíciles de ejecutar en nuestros ordenadores actuales, uno sólo tiene que mover el dedo meñique un poco a la derecha, donde está la tecla de intro y queda todo listo, nada complicado comparado a cuando se escribe en otras lenguas, como la alemana o la francesa, incluso en sus propios teclados, y no se diga si se teclea en árabe o en rumano, idiomas en que aún no cuentan con la tipografía de su lengua en los ordenadores, ¡bendito entonces el ingles!, a quien sólo se le atraviesa la tilde en unas cuantos ligaduras y abreviaciones, lengua donde existen programas por doquier para enmendar los textos que circulen en Internet, todo con tal de agilizar la escritura y facilitar labores al lector; pero después de todo, no hay mucho que envidiar a los Ingleses, porque la tilde del español es un buen movimiento dactilar que el meñique alcanza cómodamente, colocando el acento a cada palabra que nuestra lengua exija. Claro que hay a quienes les importa poco ezkrivir aci. El fin último del sistema ortológico que se propone, es dirigir esas tres horas que se derrochan en correcciones artificiosas, hacia las diversas actividades que valen la pena en la vida, como: discutir sobre la ética, el cine, las mujeres, los libros y los hombres, tres horas en las que cualquier persona podría divertir su espíritu, si se dedicara arduamente a un entrenamiento constante de sus capacidades.

El asunto de la ortología es plenamente conocido, ya sea de forma consciente o inconsciente, el hombre lo ha venido desarrollando por toda la redondez de la tierra y por todos los anchos de los tiempos, un buen ejemplo cercano se encuentra al comienzo del cuento, Hizo el bien mientras Vivió, cuando Juan José Arreola tira la goma por un movimiento falso del codo, para luego afirmar que fue una de esas novatadas inexplicables en el uso del mecanógrafo lo que también provocó otra caída en la casa de Virginia.

¿Quien más para ejemplo cercano en el mundo hispanohablante para mostrar una chispa del método que acabamos de tratar?, quien más si no Juan José, si toda su vida y obra fue la ejecución de los actos que el poeta del siglo siguiente tendrá que seguir, ¡quien más cercano que Arreola? para mostrar el modelo de las generaciones pasadas, progenies que a pesar de haber nacido de la noche y en ella vivido, tuvieron la oportunidad de percibir una pequeña porción de la luz que espera a los hombres del mañana; nosotros hoy lloramos la noche, mientras se no da como alimento diario el dolor y la angustia, repartiendo ignorancia y desprecio al por mayor.

¡Quien está familiarizado con estas líneas?, ¡Quien no conoce la lucha de quinientos años?, las esperanzas de la America, los sueños de un mundo futuro que anhela la prosperidad de un incógnito pasado.

martes, 19 de abril de 2011

Lectura para desayuno


El primer alimento del día: unas ricas, ligeras y nutritivas líneas. Etimológicamente, el verbo desayunar cuando se disgrega, da una forma interesante: des- ayunar.

Ese "des" es un prefijo de de herencia latina y muy común en nuestro español,como descompuesto….des-articulado,des-ordenado,des-precio,des-aseado,des-cuidado,des-madre, etcétera, etc.

Ahora caigo en cuenta, que la palabra desayuno parecer ser de las pocas que reciben una benevolencia etimológica con el famoso prefijo "des" que todo lo deshace; pero pareciera que para el verbo que analizamos no es así, porque en todo el mundo se reconoce al desayuno como la comida más importante del día, entonces, ¿que tendría de bueno desparpajar el ayuno?, ¿por qué el salir del estado del ayuno es un bien reconocido? si se dice que los Cemanahuacos, (por tomar un ejemplo cercano) cambiaron el nombre a aquel que meditó e hizo ayuno por largo tiempo, y después de tales abstinencias, lo bautizarlo como el coyote hambriento, que en su lengua se dice: Nezahual-coyotl: aquel poeta Texcoca, que se le atribuye la concepción del monoteísmo en el antiguo mundo prehispánico. Concepción que alcanzó gracias a un largo ayuno, y que se le reveló luego de las penitencias que ofrecidas cuando aún se llevaba por nombre Acolmiztli; apelativo que vino a dejar cuando propago la concepción del Dios único en las tierras Anahuac, aquel dios que llamó: TLOQUE NAHUAQUE, lo que no tiene nombre para pronunciarse.



Aquí radica la gran dicotomía del desayuno: por un lado quita el hambre primera y por otro lado despoja al hombre de las clarividencias de un ayuno, como diría un Nezahualcoyotl o un Jesús. He aquí las benevolencias que aparenta un rico desayuno, o una rica, ligera y nutritiva lectura. Por ello invitó a que analicemos en el diccionario de los Candiles de la Red la siguientes definiciones:

Des-ayuno: dícese a la acción desguazar el ayuno.

Ayuno: herramienta divina que desde el oriente miedo, hasta la tierras el Cemanahuac se le atribuyen poderes de iluminación, en mayor medida si se ejecuta el acto por cuarenta días y en los rincones de un desierto. El verbo puede otorgar facultades y portentos milagrosos y hasta adivinatorios.

(Nóta Importante: A la persona que ejecuta la acción diaria del desayuno, se le puede atribuir irremediablemente un estado anterior de penitencias, ya que al aplicársele el verbo de desayunar, decimos de alguien que estuvo efectuando la acción del ayunar y la desguazó minutos atrás)

En todo caso, toda persona que ejecuta el verbo desayunar, conoció de algún modo las consecuencias de un ayuno, es decir un estado de iluminación previo a pesar de que el ejecutante desconozca el desguazamiento de las iluminaciones en el estado previo del ayunar.



Un Ayuno en Pérgamo

El último ayuno que realicé fue hace cuatro meses, mas aclaro que no fue de esos ayunos que consideran al verbo como una abstinencia de alimento de ocho de la mañana hasta un máximo de dos de la tarde, si esta concepción de ayuno hubiera estado en vigencia cien años luego de la muerte de Mohamed el profeta, entonces el impúdico Omeya, Al-Walid, hubiera vivido sin ningún reproche como musulmán en la sociedad árabe antigua, y hasta con honores de maestro iluminado en nuestra cultura actual; mas Al- Walid, como todo hombre plenamente malo, tuvo que haber hecho algo bueno, y esa mañana le comprobé el acierto: porque fue irreprochable la sensación de infinito que me causó el Quasair Mushatta, aquel solemne pedazo de muro, que rinde honores a todos los sentimientos expresables en la geometría; aquella imagen fue en la sala árabe del Museo de Pérgamo, fue un día de diciembre de ayuno, un día de hace cuatro meses en Berlín.


Mi abstinencia de manjares durante el recorrido en el Museo de Pérgamo, fue una conjunción de la situación económica que atravesé aquella mañana y una lucida voluntad masoquista, porque me negué a derrochar siete euros en un desayuno por ser los únicos que traía en la bolsa, y con el estomago lleno de los aires reflexivos que otorga la curiosidad, vagué todo un día en ayunas por las cuatro salas del Pérgamo. Las mortificaciones duraron poco, porque una vez dentro del inmueble, las concepciones de tiempo se pierden, entrecruzando lapsos babilónicos con los romanos, las lenguas árabes con los dialectos ático y iónico de los Helenos, y uno cae en aquellas muros a un lapsus linguae: entonces se enmudece la lengua, y se sienten revoluciones historicas innombrables de de todos los sonidos agitándose en un mismo lugar y queriendo ser pronunciados de una sola voz.

Desde que entré al Pérgamo me dispuse a analizarlo todo, detalle a detalle; recuerdo que el aparador de bienvenida, donde se dan los auriculares para ambientar el recorrido, habían unas estatuas que nadie observaba, quizá por considerarlas indecentes o sin importancia, o quizá también porque las rocas estaban tocando la periferia del mundo humano, los limites terrenales que atinadamente acotaba el museo con la sonrisa distraída de los recepcionistas antes de entrar a la primera sala, yo me dispuse a analizar las figuras, y en esas pequeñas fracciones de mármol, encontré un indicio de lo que sólo hube leído en libros de griegos: La Kalokaghatía, el principio estético y moral de la belleza fundido en los cantares mudos de una piedra. Sólo eran tres estatuas en el parador: un pedazo del templo de Atenas que estuvo en Mileto, un brazo de Hera y un fragmento de columna, de las típicas griegas, luego estar con esas compañias, me despide de aquel concepto, y considere prudente seguir el paseo, me acerque al aparador y una bella recepcionista me preguntó sobre mi lengua natal, le respondí con dicciones tales para que me diera unos auriculares en francés, los tomé y ella me deseó un buen viaje.

Al principio, cuando se entra al Museo, lo invade todo el Altar de Pérgamo, ¿magnánimo? , no, sólo en fotos se alcanza a percibir algún relieve que apunte para la banalidad, porque estando de frente al coloso, la sensación que trae al espíritu no hunde, como sí pasa en la arquitectura comunista, nacionalista y la de todos los istas, sino que pasa totalmente lo opuesto; primero se encuentran las puertas de una gran ciudad abiertas, como dando la bienvenida a todos los visitantes del Museo de Pérgamo, aquellos venidos de lejanas tierras; no sé cuantos de los visitantes de aquella tarde sintieron lo que yo, porque de pronto algo me elevó por las escaleras del retablo, hasta llegar a la cúspide del altar, y desde las altitudes pude otear por completo todos los frisos de dioses, semidioses y titanes que batallan bajo las faldas del Altar de Pérgamo, monumento humano que me parecía estar en la cima del entablamento más alto que alguna vez se haya erigido, haciendo percibir a quien estuviese en su cabeza todas elevación como simples podios. Pero luego una sensación de culpa e inmerecimiento me hizo descender, y bajé de nuevo las escaleras, acercándome a los relieves divinos del podio, donde Zeus congelaba el rayo a tres gigantes, Atenas montaba en su carruaje hacia la misma guerra y Hera lanzaba sus fieras a los enemigos zoomorfos, y mientras que los auriculares iban relatando los datos históricos, la imaginación los tomaba para digerirlos y poner mi organismo en acción: estomago lleno de curiosidades, forastero con hambres de soledad. Fue un eco que escuché desde el fondo de mis entrañas.

Fueron cuatro horas las que pasé en la sala griega, cuatro largos momentos que no pueden ser descritos con los bites, aún difícilmente explicables con las líneas a mano en una pluma y casi imperceptibles en su esencia cuando se pronuncian por la voz. Esa fue la sensación de aquel día de ayunas por Berlín, desconozco hasta que punto cual de mis ofuscamientos era resultado de la renuncia alimenticia, y cual de ellos a la Kalokaghatía. Mas aún tuve la oportunidad de comprobarlo: salí de nuevo a la entrada de la sala, y emule la voz de tal forma que la recepcionista me diera auriculares en ingles, pues consideré prudente el cambio de idioma para seguir a la sala de Asiria y los Babilónicos: y ahí de nuevo me encontraron las efigies tan desprotegido, derribando mis fantasías con historias imperiales, luego la sala siguiente, el miedo oriente, mas cuando pasé a la sala del mundo musulmán, decidí hacer ese viaje en español, porque hubiera sido como un falta de educación presentarme con otro idioma ante los vecinos árabes, ante Al- Walid, el Califa de Omeya, el impúdico que hace mil trescientos ayunos, hizo del ayuno un des- ayuno diario, o quizá después de mucha cavilar sobre las desventajas de sus prefijos, los árabes legaron al castellano un rico Al-muerzo.

jueves, 14 de abril de 2011

Rumania y su imperativo Eslavo.


Herodoto no fue el más grande historiador antiguo en occidente, sino el geógrafo que logró más atinadamente expresarse en la escritura. En una de sus muchas travesías su paso ligero lo llevo a la las tierras nórdicas de Tracia y cruzó la caudalosa frontera del Danubio para relatarnos las costumbres y los mitos de las familias de aquel pueblo: los que llamamos Dacios; el griego se dio a entender lo suficiente con los nativos de aquel tiempo como para permitírsele estar presente en los ritos más sagrados que se rendían a Zalmoxis en los pies de la herradura Carpática; Herodoto registró el suceso, y sin dejar ningún espacio en las líneas para olisquear la duda de un quizá , afirmó rotundamente que la divinidad que ciñó los mitos contiguos a Transilvania vino en andanzas desde el mediterráneo después de instruirse en una escuela Pitagórica, asentando las artes y las ciencias a los Dacios que se encontraron al sur de las faldas de los Cárpatos y al norte del río Danubio; misma cuenca a la que iría a caer el provincial emperador Trajano en el primer siglo antes de cristo, destino que se forjó con tal de que el histórico relieve confirmara de nuevo los limites ideológicos de occidente: porque desde hace tiempo de un costado los hombres carpáticos tienen cimientos de mármol y están finamente tallados, mientras que del otro extremo los pies de la montaña son blancos cúmulos de nubes con rizos dorados que desconocen las ataduras que dicta la tierra, tan bellos e impredecibles como el más largo arco iris o el azote de la más recia tormenta; éste espectáculo aún se puede contemplar por todos los filos acuáticos que bañan los Cárpatos, en aquellos suelos donde : Latinos y Eslavos escudan sus fronteras, donde nunca falta un tercer pueblo que transeúnte para aprovechar la guerra, en donde en medio del río y la montaña fluye la última flor del ponto bajo los pies de una bella Rumana.


Hace veintiún años Rumanía se liberó de un nuevo yugo como el de la gran Moravia: se desmembró el comunismo eslavo, y junto con él todo el legado de Ratislav para el pueblo Rumano; la generación postrevoluciónaria que vio la luz del nacimiento después de mil novecientos ochenta y nueve, ignora que Constantin Stanislavski nunca preparará actores para telenovela: si acaso cabe un perdón para quien afirme lo contrario sería para quien cuarenta y cuatro años estuvo vedado del contacto tecnológico de occidente y la paz espiritual del este; entonces el indulto es quasi automático si no se tuvo otra opción más que devorar los yerros televisivos de nuestro tiempo, que permitió ciegamente a la generación rumana postdecembrista saciar el hambre histórica que anhelaba el despojo del sosiego y que apetecía el regreso de las ventajas y placeres de la ciencia; ¡Helas! he aquí el resultado: Rumanía el único pueblo eslavo que no habla esa lengua, el único hermano latino que creció fuera de nuestra familia.


¡He aquí Helas! Rumanía, invoco tus ríos Tracios, tus bruscos Cárpatos donde está el eco de tu voz antigua en la caverna de Zalmoxis… todo con tal que me digas si recordaras a Ratislav, al gran pariente eslavo que tienes en olvido, ¡Helas Rumanía! te canto por que siento la profundidad de tu habla cuando lanzas el : “Da”. ¡Helas Rumanía basta! si entiendes ya el español, ¿por que no escuchas el sí que canta la historia de Zalmoxis? , ¿por que niegas el tiempo a un camarada y a un amigo, a tú pueblo vecino: el hermano Eslavo!.


Europa y América

Los frutos del árbol latino en Iberoamérica sólo reciben los vientos de aquellos aires eslavos, porque quien los disfruta se encuentra en la cómoda lucidez de los ordenadores sajones, de los programadores ingleses y si acaso alguno que otro diseñador francés, único romano que tuvo la fortuna de tener un Carlo Magno que les limpiara el terreno de las conversaciones futuras con el señor de la Gran Moravia; mayormente por éstos pueblos tenemos referencias de la literatura eslava, aunque sean un poco secas, siendo mejor la digestión que se deja ver en sus propias obras, sabores de soledad en compañía: de la sal y la miel con la que escribe Krasnukin; aquellos occidentales nos transmutan también las Almas Muertas de Chíchikov en nuestro español, en fin, sí se mencionan epítetos no es para memorizarlos sino para sujetar un puño de los granos de la literatura universal y contar cuantos de ellos son eslavos, y cuantos de ellos están junto con pegado. Ésas mieses sacadas por la misma mano eslava, son las del pueblo Rumano, lego desde hace veintidós años de su legado eslavo; y sí se dice aquí es para que en Hispanoamérica se despierte el germen que lleva a la misma pregunta para responderla, ¿Cuál lego nos legaron de Castilla? ¿Serán los mismos años los que llevamos en sumisión?

Porque hoy tenemos un común imperativo: latinos, chinos, indios, rusos y gringos; el imperativo de trabajar juntos para comprender el futuro del hombre en la galaxia y aprender del pasado que compartimos desde los vetustos de la tierra.

domingo, 10 de abril de 2011

Hay becas en Timisoara

En algún momento de su vida el hombre del siglo XXI vio invadida su bandeja de entrada con al menos un correo en cadena : y en ese momento del día, en la soledad de los bites, juzgó a su sociedad e intentó comprender el porqué se envían esperanzas generales y anónimas para los que se consideran amigos, por que es creencia general poder resolver con un holgazán mensaje los múltiples problemas específicos de su siglo; en fin, después de cavilaciones instantáneas frente a la luz de su computadora, el hombre del siglo decidió abrir aquellos mensajes impersonales con la ilusión de encontrar una nota especialmente para él, un regalo personal escondido entre los mensajes que se envían para una multitud… ¿pues que no había sido él el remitente de aquel obsequio?; prosiguió a dar un clic, y una vez dentro del juego alcanzó a discernir : unos recados los consideró de mal contenido y los otros con peores complejos, mas era el hombre del siglo XXI, aquel que recreó la concepción del ego, así que no pudo negar que hasta el más malo de todos los mensajes puede llegar en la mejor y más precisa de las horas en que se está frente al ordenador, porque sólo un instante es necesario para movernos las entrañas y prestar nuestra atención a algún recuerdo que dibuje las esperanzas futuras de nuestro tiempo.

Yo todavía sigo enfrente de mi laptop, aún me encuentro compartiendo el siglo y el día con los buenos amigos, y es en honor a ellos, a los que están cerca y lejos, que ofrezco un tributo por todos sus correos electrónicos que me hicieron reír y llorar en la soledad compartida de la red; sobria gabela que realizó con una intención: que se me perdoné la discreción y el orgullo que hicieron detener a mis respuestas, al fin y al cabo creo que algunos me comprenden, pues aunque ahora esté cerca de oriente sigo siendo Méxicano, y como diría Pedro Henríquez Ureña, “el sigilo, la rara gracia y el don de la percepción de un Novo-hispano se notan a leguas”. Aquel nombre es un americanista nacido en la prístina de Bartolomé Colon, una jadeita todavía desconocida , pues sólo un insular americano podría tener la vasta amplitud de visión por nacimiento geográfico para abarcar con sus dos ojos los grande paralelos y meridianos de nuestra América. Ese fue el señor Pedro Henríquez: quien adoptó con naturalidad los ritos de afabilidad y reverencia Mexicanos, sin negar en su mismo tiempo la limpieza y la rítmica de la palabra Argentina; años después de sus muerte una vida con un destino paralelo lo siguió muy cerca y por mucho tiempo, fue el profesor Alfredo A. Roggiano quien realizó sin tachas reediciones del trabajo de Ureña: justas exculpaciones que el pueblo del Río de la Plata le debía al caribeño y que gracias a éste argentino la voz de Pedro Henríquez toma vuelo en nuestro tiempo. Hoy se conoce y considera a Ureña como Dominicano por nacimiento, como un enorme Americano por su voluntad y como un alma universal por la ancha visión de su trabajo. En fin quiero hacer doble mi tributo, uno para el caribeño porque fue gracias a los Seis Ensayos... que comienzo a aceptar el destino del natural tacto y la reverencial cortesía de la tierra que me crío, el segundo es para todos las pactos de reenvió electrónico que hice con el corazón y que a pesar de la insistencia o maldición de las posdatas incluidas en ellos, nunca me atreví a imitar a las cadenas. Mas quizá soy un pecador insistente, porque para ser franco, la omisión en los reenviós cadena es un acto que seguiré cometiendo pues no es algo que me interese principiar. Retribuyo entonces un regalo personal por esta falta a todos los buenos amigos, colocando como bandera la dominicana, la del valiente e inspiradora Pedro Henríquez Ureña, el caribeño hombres de arrojo que actuó coherentemente en las circunstancias políticas de sus tiempo, logrando comprender la situación histórica que vivió y aprovechando cada una de las mareas para irse con las buenas y torearse a las malas. Porque Los seis ensayos… fueron realizados bajo condiciones donde se urdían a nivel mundial las futuras cláusulas de guerra, mismas que Ureña y los demás de sus contemporáneos alcanzaría a vivir, mas aquello no permitió que Pedro obstaculizara sus arduos denuedos y sus frescas diversiones.

Y nosotros los del ordenador del siglo XXI, sabemos que el momento histórico de nuestra generación es algo similar: el trama de la incertidumbre se teje con el miedo al porvenir, y nuestras esperanzas para la prosperidad se balancean a diario en un juego que parece no acabar aún cuando ya haya terminado. Por ello digo: ¡hay las oportunidades si hay los sueños!,

Hay becas en Timisoara, y en el mundo esperando a ser descubiertas por todos los animosos. Yo dejó mi contribución relatando un poco el caso particular de la oportunidad que encontré por andarla buscando.

Hay Becas en Timisoara

Europa en general es como una señora guapa, cuarentona y bien acicalada, aunque es vieja, tiene todavía su encanto, le gusta enseñar mucho, y más a los jóvenes les muestra sus hazañas y sus dotes.

Son muchos apoyos en educación que se ofrecen en cada país europeo, desde España, hasta la pobre Rumania.

Cabe decir que hace diez meses me atrapó una idea queriendo venir a Grecia, estuve investigando y mandando cartas en busca de obtener apoyos para estudiar en tierras Helenas, y la respuesta fue que no había becas para licenciatura en Grecia, después investigue un poco más y me encontré con ésta página.

http://www.sre.gob.mx/index.php/tramites-y-servicios/becas

Y en base a la información que hace meses encontré en éste link fue que elegí a Rumania, no existía otra opción para ese entonces, estando ya por acá en tiempos de fiestas navideñas visite a una amiga en Alemania, y descubrí los muchos apoyos para estudiar que no encontré en Internet, el único requisito es saber Alemán; asi que si estas estudiando Alemán revisa bien a detalle ésta pagina, pero de veras échale un ojo minuciosamente, que aunque parezca no tener información milagrosa, encontraras muchos de los prodigios germanos.

http://www.daad.de/deutschland/foerderung/02055.es.html

-Boleto de Avión.

En general para ir a Europa, America del Norte o Asia, varia entre $20, 000 mxn y $13,000 mxn, te dejo esta pagina, es la más efectiva que conozco para encontrar vuelos baratos internacionales.

http://www.kayak.com/

.-El Tren en Europa:

En el caso del continente europeo la mayoría ésta conectado por vías férreas, así que cuando uno viene a Europa casi por obligación o accidente , va acabando por conocer otros países, te recomiendo compres éste pase de tren si decides venir para acá.

http://www.eurail.com/home

Por ejemplo ésta ultima vez, el boleto hasta Bucarest, (Rumania) era más caro que a Budapest, (Hungría), desde Guadalajara, así que recordé el Eurailpass del 2007, y arme un pase para conocer Serbia, Bulgaria, Hungría y después llegar a Rumania, que aunque era mil pesos más caro que el vuelo directo hasta Bucarest, con ese mismo boleto de tren me pude dar una idea de la cultura y la mentalidad de las personas en la zona en los Balcanes y a la vez comprender más al pueblo Rumano.

Dale también su tiempo para revisar esta pagina.

.-Hospedaje, Glorioso Couch Surfing:

Si llegan a Timisoara lo saben, aquí tienen tú casa : que literalmente es una habitación en un complejo estudiantil que nos proporciona la Universidad, que aunque sea pequeño siempre se puede hacer un espacio. Mas si conoces Couch Surfing, no solo tienes tu casa en Rumania sino en todo el mundo.

http://www.couchsurfing.org/

Es un proyecto que se hizo realidad en el 2008 (desafortunadamente las primeras noches que pase en Frankfurt en el 2007 fueron frías, pienso que Cassey Fenton, el fundador de Couch Surfing también andaba buscando estaciones de tren abiertas para dormir por esos tiempos o sino hasta tocando puertas) que tiene como fin un aprendizaje mutuo atreves de hospedaje y anfitriónismo entre diversas personas que viajan por el mundo.

Para participar solo es necesario crear una cuenta, subir unas fotos y después podrás solicitar hospedaje al país que vayas, o recibir personas que vengan para tú país. De veras está en todo el mundo.

En fin, nunca se podrá prevenir todo ni decir todo, por ejemplo: la primera vez que vine a Europa en el 2007, me hice de de latas de atune y llegando a Frankfurt conocí a Pia, toda una peripecia en Alemania que se conjuró para que nunca abriera ninguna lata de las que había traído. Cuando llegué por vez primera al aeropuerto de Québec pensé que iban a revisar si era real el dinero que afirmaba tener en mi cuenta, pues escribí algo que no era cierto, y pasó que un policía tomo mi tarjeta de debito medio la paso por el láser, medio revisó, me hizo preguntas a medías y comprendí que cumplió completamente con su rutina.

Así que comprobado está, nuestros tiempos son de un duro caparazón pero si hubo un Ureña hace dos generaciones, la nuestra puede quebrantar los miedos con cureñas de esperanza en el trabajo y la constancia.

Víctor